jueves, 25 de septiembre de 2008

Grupo 12 " La socialización de género a través de la programación infantil de televisión"

La socialización de género
a través de la
programación infantil de televisión



Fuente Web: http://www.fyl.uva.es/~wceg/articulos/TelevisionPatriarcal.pdf




Análisis Critico de grupo 12:


Los procesos de socialización en los primeros años infantiles son de vital importancia ya que establecen la base de la presente y futura visión de mundo de las personas.

En la sociedad actual la televisión se presenta como un medio absolutamente masificado en el que un hogar donde no exista un televisor se sale de la norma, por lo que el consumo de programas infantiles por los niños se da por hecho. Esta gran facilidad para obtener entretención inmediata para el niño y que no requiere de mayor esfuerzo para los adultos se refleja en el invertir cada vez menos tiempo en reforzar los juegos basados en la imaginación del niño y la interacción con sus pares y otros adultos, así la televisión se convierte en el principal agente socializador en la infancia. Esto concuerda con la visión de Savater, el rol socializador de la familia ha sido desplazado por la televisión generando una crisis de autoridad en el núcleo familiar, ya que los padres ya no son la única fuente de información para el niño e incluso pueden existir contradicciones entre lo que transmiten padres y televisión. Esta crisis de debe a la gran dependencia televisiva y a la falta de filtros que la familia debería entregarle al niño de acuerdo a los contenidos que ha visto en la televisión; el niño es un fácil receptor que no depura la información lo que lo hace muy vulnerable a los estereotipos de género que se presentan por sobre todo en los dibujos animados, fenómeno que este estudio investigó a fondo en la televisión española en el 2001.

El análisis que esta investigación hace a los roles de género en la programación infantil tiene una gran relevancia en la sociedad actual ya que al producirse esa gran dependencia televisiva mencionada anteriormente, en el niño “moderno” tiende a predominar más la relación con los contenidos entregados por los medios masivos que la interacción con sus pares, que si bien sigue siendo importante no tiene la misma relevancia que en décadas anteriores, pues aunque se encuentren cara a cara con sus amigos siempre hay una forma virtual de entretención de por medio. Por lo tanto, la construcción del “Yo” (Cooley y el “Espejo del yo”) que se hace en función de los “otros” se encuentra influenciada por la TV que también es un “otro” que entrega a través de la programación infantil ciertos estereotipos de género que son naturalizados y constantemente reforzados. Según Kauffman en los primeros 6 años de infancia los niños pasan por un proceso de reafirmación de su masculinidad a través del cual se diferencian lo más posible de las niñas y cualquier característica o elemento que pudiera ser considerado como algo femenino es rechazado, de forma que se construye una dualidad entre hombre y mujer lo más separada posible, es por esto que en la TV los estereotipos son tan marcados en los personajes de las series infantiles, llegando a acentuar grotescamente las características que son consideradas como femeninas y masculinas; una de las series analizadas en el estudio es Popeye donde el protagonista y el antagonista (Popeye y Brutus) poseen una apariencia física muy musculosa, mientras que Olivia (protagonista y novia de Popeye) tiene una contextura extremadamente delgada y frágil.

En el estudio de los discurso de las series infantiles se marca una gran diferencia entre los roles de género en los mundos público y privado. El mundo público esta generalmente hegemonizado por los hombres, y las mujeres cumplen funciones de servicio que rememoran los roles de madre y esposa de la esfera privada, por ejemplo: enfermera, profesora, niñera. En el mundo privado el rol esposa-madre de la mujer se presenta en forma literal estando sólo presente como un personaje secundario en la vida del protagonista resaltando las connotaciones negativas del rol de autoridad en el hogar, por ejemplo: la madre dificulta la vida del niño al castigarlo, pero no se muestra el castigo como algo merecido. Esta idea de la mujer con características pasivas y no presentada como un individuo completo está analizado a fondo en el trabajo de Marcela Lagarde, quien hace hincapié en la idea de la mujer incompleta frente al hombre completo y que busca realizarse como persona a través del esposo o de los hijos, pero no a través de sí misma, viviendo de este modo en un “cautiverio”.


La forma en que los roles de género son ilustrados en la programación infantil tienen una vital importancia en las primeras etapas de socialización del niño como fue explicado anteriormente; es por ello que los estereotipos televisivos deben ser cuestionados y filtrados por los receptores para que imágenes con contenidos opresores o cuestionables no se refuercen a través de medios masivos. El fenómeno de estereotipación de las características femeninas y masculinas en dibujos animados es algo que siempre va a ocurrir (son, al fin y al cabo, caricaturas) y son un reflejo de la visión o mentalidad que tiene la sociedad, pero el que sean inevitable no significa que no sean cuestionables; es más, es necesario ver el contenido de la programación infantil con una mirada crítica y no pensar que por ser sólo “dibujos animados” van a tener menos influencia en la socialización de los niños y en su percepción de roles de género.




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